Barcelona Clásica: Qvixote Quartet: "Es imprescindible rejuvenecer el público de la música clásica"

domingo, 1 de febrero de 2015

Qvixote Quartet: "Es imprescindible rejuvenecer el público de la música clásica"

Daniel Cubero, María Sanz, Bernat Bofarull y Amat Santacana son los cuatro integrantes del Qvixote Quartet, una formación creada en el año 2006 "con el ánimo de explorar el repertorio para cuarteto de cuerda".

La realidad va mucho más allá. Jóvenes, comprometidos y emprendedores, apuestan por acercar la música y el arte a todos los públicos y a todas las edades, utilizando todos los medios, incluidas las redes sociales. Su apuesta estelar, sin embargo, es la interpretación en vivo: "Queremos ir a tocar a todos los colegios e institutos de Cataluña", declaran, convencidos.

Compaginan la vocación pedagógica con una alta calidad artística que les llevó a formar parte, en 2008, de la "European Chamber Music Academy". Han actuado por todo el mundo y, en especial, en Europa y Sudamérica. Son invitados regularmente como profesores de la Jove Orquestra Nacional de Catalunya (JONC) y también han recibido la invitación personal del maestro J.A. Abreu para colaborar con el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, con conciertos y clases magistrales por todo el país.

El 3 de febrero actúan en el Palau de la Música, en un concierto que contará con una acción artística a cargo de Perejaume. Barcelona Clásica ha hablado con ellos para conocer de primera mano su proyecto musical y sus planes de futuro.




Barcelona Clásica: ¿Cuál es la propuesta general que queréis presentar en vuestro concierto en el Palau de la Música?
Qvixote Quartet: Es un programa que incluye obras maestras del siglo XX con caracteres muy distintos, todo rodeando un cuarteto genial del inventor del cuarteto: nuestro querido Haydn.
 
B.C. ¿Cómo describiríais el repertorio y qué destacaríais de cada obra?
Q.Q. Los Divertimenti de Britten muestran un abanico gigante de sonoridades diferentes explotando un sinfín de recursos técnicos. Por otro lado, en casi todos nuestros conciertos incluimos cuartetos de Haydn: él es el maestro de todos los que vinieron después. La pieza de Arvo Pärt es una propuesta del Palau: una música profundamente espiritual. La última pieza es el cuarteto Sonata a Kreutzer, de Janacek, inspirada en la novela homónima de Tolstoi. Emoción a flor de piel. Si podéis, leeros la novela antes de venir al concierto.
 
B.C. ¿Qué conexión hay entre vuestra música y la del artista Perejaume?
Q.Q. Todas las artes estan relacionadas y unas beben de otras; por eso nos encanta colaborar con otros artistas. Nos pareció muy buena idea y un honor poder hacer algo juntos con Perejaume.

B.C. ¿Creéis que esta mezcla de arte y música puede atraer a un público joven a la música clásica?

Q.Q. Esperemos que sí. Hay que hacer todo lo posible por hacer llegar este patrimonio tan valioso a los jóvenes y a toda la humanidad. Vale la pena.

B.C. Trabajáis con jóvenes de todo el mundo. ¿En qué situación está la formación de jóvenes músicos en España y Cataluña en comparación con otros países?
Q.Q. Tenemos la suerte de trabajar cada año con la JONC Alevins (Jove Orquestra Nacional de Catalunya). Es emocionante tocar con estos jóvenes llenos de talento y de ilusión. No hay nada que envidiar a esas edades con otros países. El problema viene después: no hay tradición ni mucho interés en la sociedad. Los jóvenes de hoy tenemos el reto de cambiar esto.



B.C. ¿Es posible rejuvenecer al público de la música clásica? Si pudiérais proponer algo, ¿qué haríais?
Q.Q Es imprescindible hacerlo. Nosotros tocamos mucho para jóvenes. Este mes de enero, hemos hecho siete funciones de un espectáculo titulado Somnis de músic con la JONC Alevins en el Auditori de Barcelona y han venido a vernos escolares de todo Cataluña.

Tenemos muchos amigos jóvenes en las redes sociales y suelen acudir a nuestros conciertos. Hay que hacer todo lo posible por acercar la música a los jóvenes, pero no basta con la buena voluntad de los músicos. Necesitamos ayuda de las instituciones o de mecenas privados para poder ir a tocar a todas las escuelas e institutos de Cataluña. La música es de lo mejor que tenemos la humanidad: debemos cuidarla y compartirla.   

B.C Conocéis la experiencia de integración social a través de la música del maestro Abreu en Venezuela. ¿Creeis que algo similar podría crearse en España?
Q.Q. Lo que ocurre cada día en Venezuela con respecto a la música es un milagro. Miles, o millones de niños, todos los que quieren, tienen derecho a hacer música. Por las tardes, cuando acaba la escuela, van al "núcleo" y tocan, tocan... Y luchan siempre juntos como un gran equipo. Se comunican con la música: aprenden a escuchar, a respetar al compañero, a leer, a cantar…

En España, hay iniciativas inspiradas en el Proyecto de Abreu y muchas de ellas llevadas adelante con el esfuerzo altruista de gente admirable. El problema, nuevamente, son los recursos. En Venezuela, hay un ministerio dedicado al proyecto de orquestas infantiles y juveniles (FESNOJIV) y un montón de profesores e instrumentos. En cada barrio y en cada pueblo, hay una orquesta. Ojalá ocurra algún dia algo similar en España. Cantar en coros o tocar en orquesta dignifica al ser humano y le hace sentir parte de algo grande.

B.C. Repasando vuestra trayectoria, ¿cuáles son los hitos que consideráis fundamentales para vuestra situación actual?

Q.Q. La European Chamber Music Academy, con los maestros Hatto Beyerle, Ferenc Rados, Shmuel Ashkenazy y muchos otros, fue fundamental en nuestra formación.
No hemos parado desde que encendimos el motor el año 2006. Ensayamos varios días todas las semanas; hace años que casi no hacemos vacaciones. Ese debe ser el secreto; mezclado, por supuesto, con talento e ilusión. 


B.C. ¿Por qué ese nombre, Qvixote Quartet, tomado de la literatura y en castellano antiguo?
Q.Q. Nos encanta el nombre. Cada vez nos sentimos más identificados con él. Todos tenemos un poco de Quijote y de Sancho Panza. Viajamos viviendo todo tipo de aventuras, muchas muy divertidas, y luchamos usando nuestros arcos a modo de lanzas para conservar las obras maestras de la música. Llevamos el nombre de un personaje que trasciende a su autor, que sigue vivo. Nosotros, a veces, tenemos la sensación de que el cuarteto tiene también vida propia. 

La idea de escribirlo en castellano antiguo nos la dio un compañero de estudios. Recuerdo que teníamos que encontrar un nombre para el cuarteto y yo me estaba leyendo con pasión El Quijote. Fue una casualidad: el nombre vino a buscarnos.

B.C. ¿Qué proyectos tenéis de futuro? ¿Para este año? ¿Y a más largo plazo?
Q.Q. Después del concierto en el Palau, el 3 de febrero, vamos a empezar a ensayar Las 7 últimas palabras de Cristo en la Cruz, de F.J. Haydn. Tocamos esta obra en nuestros inicios y nos apetece mucho volver a hacer este viaje musical y espiritual tan profundo. El mismo Haydn pensaba que era una de sus mejores obras.

En abril, estrenamos un espectáculo para niños en el Auditori de Barcelona. Se titula Setze cordes y, en él, interpretamos solos, duos, tríos y cuartetos de memoria y moviéndonos por el espacio. La selección musical la ha hecho Dani Cubero, primer violín del cuarteto, e incluye fragmentos breves de obras maestras que conocemos bien. Nos hace mucha ilusión tocar para los más pequeños. Imagínate si estamos comprometidos con acercar la música a los jóvenes: ¡está pensado para niños a partir de un año! Y muchas otras cosas…

B.C. ¿Alguna grabación?
Q.Q. Mmmmm… Mejor en vivo. Venid al Palau el 3 de febrero. Vale solo 12 euros o 7’20 euros si eres estudiante. 



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